domingo, 6 de marzo de 2011

Super Mario Cross


Mario toma la poción negra, adquiere cuatro estrellas de energía y atraviesa la puerta del fin de la primera fase.

Principio de la fase 2.
Mario enciende la luz y tiene 20 segundos para componer las piezas de la bicicleta.
Se abre la puerta.
Mario monta y gira a la derecha. A la izquierda. Baja un escalón. Rebota en el suelo irregular pero aguanta. Se detiene para no ser arrollado por un duende malo que conduce una especie de tanquecito a toda velocidad. Pasa. Acelera. Atraviesa un camino aprovechando otro claro en el paso de tanques y llega al primer semáforo a tiempo. Primera minifase superada.
Primer cronómetro: 8 minutos para el final de la fase (¡Imposible!)
Mario se mete sin querer en un callejón-trampa y tiene que dar la vuelta. Los otros corredores lo adelantan. Slalom. Un ladrillo. Slalom. Una valla. Slalom. Hay vallas por todas partes, no se ve por dónde sigue el camino. Ahora lo ve. Hay que pasar rozando los tanques. Lo consigue. Acelera. Adelanta un corredor. Entonces viene otro en contra. Slalom. Ve las tres luces verdes a lo lejos. Acelera y ¡pasa! Segunda minifase superada.
Segundo cronómetro: faltan 5 minutos. Mario le ha ganado 60 segundos a su mejor marca. Cree que puede conseguirlo. Acelera. Un corredor lento le entorpece el paso. Adelanta. Ve caer una hoja de palma que casi lo elimina del juego. Slalom. Charcos. Una zanja sin señalizar. Slalom. Varios obreros. Slalom. Zona de barro. Resbalón. Acelera. Tercera minifase superada por los pelos.
Tercer cronómetro: falta un minuto. Mario intenta acelerar. Imposible. El camino está lleno de pelotas naranjas. Hay duendes malos en tanques en todas las direcciones. Se oye una sirena como de ambulancia. Mario mira de lejos el pirulí de la meta mientras el cuarto cronómetro agota los últimos segundos: ¡mierda!

Mario nunca supera la segunda fase a tiempo...


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