viernes, 7 de enero de 2011

Demasiado Disney


Se acabó la Navidad.

En la puerta de mi casa se dejó este abeto desarraigado y sin angelitos de madera ni luces de colores ya.

La estampa es tristísima... Además, hace frío y ha llovido. Son las peores circunstancias para un árbol habituado al calor de los salones sevillanos.

Pero tranquilos: estoy segura de que aparecerá un reno de Santa Claus y se lo llevará al país de los juguetes donde siempre es Navidad.





*

1 comentario:

Anónimo dijo...

Al día siguiente lo vi en la basura, no en el país de Santa Claus. IngenuA